Acudir a un psicólogo clínico nos permite adquirir el conocimiento necesario sobre nosotros mismos con el fin de llevar a cabo los cambios adecuados en nuestra vida.
Consultamos por motivos diferentes, pero en general, comenzamos una terapia porque no nos sentimos bien y porque nos sentimos atrapados en dificultades que somos incapaces de resolver solos. Una pérdida, una ruptura, un desamor, incluso un nuevo amor o un éxito logrado, pueden ser algunas de las razones que nos lleven a la consulta de un especialista. La enfermedad y los trastornos psicológicos pueden ser motivo de preocupación, al igual que lo pueden llegar a ser el éxito, la realización de algún deseo, los cambios naturales del trascurrir de los años, la toma de decisiones, las diferentes formas del amor. Todo ello produce emociones, sentimientos y afectos que debemos aprender a manejar.
Estas son las áreas de especialidad que tratamos con adultos: