Vulnerabilidad y confianza
Vulnerabilidad y confianza
Es común escuchar en sesión reflexiones como el temor a ser vulnerable, percibido como una debilidad que podría ser explotada por otros.
La vulnerabilidad ocupa un lugar central en las relaciones, ya sean amorosas, amistosas, familiares o profesionales. Se manifiesta cuando una persona baja sus defensas y comparte sus emociones, miedos, necesidades y debilidades con otros. Sin embargo, no es raro que algunas personas encuentren dificultades para expresar su vulnerabilidad, por diversas razones.
El miedo al rechazo y las experiencias dolorosas del pasado son algunas de las principales razones de esta reticencia. Cuando una persona se muestra vulnerable, se expone emocionalmente, revelando una faceta de sí misma que puede ser percibida como frágil. Esta revelación a menudo se compara con una norma social percibida, lo que aumenta el temor al rechazo. Este miedo es aún más marcado en aquellos que han experimentado rechazo, abandono o heridas emocionales previas, como rupturas amorosas o conflictos familiares. Este temor lleva a ocultar sus emociones y a erigir mecanismos de defensa para evitar revivir esas heridas.
El temor a ser percibido como débil es también un factor importante. En muchas sociedades, la vulnerabilidad se asocia a menudo con la debilidad. Las personas pueden temer que mostrar sus emociones o necesidades las haga parecer menos fuertes, menos dignas de amor o respeto. Esta creencia las impulsa a ocultar sus vulnerabilidades.
Otro obstáculo para la vulnerabilidad radica en la falta de habilidades en comunicación emocional. Algunas personas no han aprendido a expresar sus emociones o necesidades de manera saludable y adecuada. Pueden sentirse desamparadas cuando se trata de comunicar sus sentimientos, lo que las lleva a evitar mostrarse vulnerables. Sin embargo, en un contexto de confianza y bienestar, expresar las propias necesidades, debilidades y heridas es, en realidad, una muestra de valentía.
La vulnerabilidad presenta varias ventajas notables. Contribuye a fortalecer los vínculos y fomentar la confianza en las relaciones. Cuando las personas comparten sus emociones y necesidades, esto fomenta la comprensión mutua, la compasión y una conexión emocional más profunda. En este sentido, la vulnerabilidad puede considerarse como un privilegio que se concede a otra persona, fortaleciendo así la relación al conferirle una profundidad única. Se trata, por lo tanto, de una vulnerabilidad selectiva, que permite crear un espacio de confianza, de compartir y de autenticidad en la relación.
Además, la vulnerabilidad puede ser un recurso valioso en la resolución de conflictos, al permitir que las partes involucradas expresen abiertamente sus necesidades y sentimientos, facilitando así la comunicación y la búsqueda de soluciones.
Por último, en el plano personal, aceptar ser vulnerable favorece el crecimiento individual. Esto permite enfrentar las emociones y comprenderse mejor a uno mismo. Aprender a afirmar las propias necesidades y emociones contribuye de manera significativa a la autoestima y a la confianza en uno mismo.
Es, por lo tanto, esencial para fomentar la vulnerabilidad en las relaciones, crear un entorno seguro y benevolente donde cada uno se sienta cómodo para compartir sus emociones y necesidades. Esto a menudo requiere tiempo, paciencia y una comunicación abierta para superar las barreras emocionales y fomentar una vulnerabilidad mutua.
Catalina Navas Sánchez Vizcaíno: «Desde mi práctica como psicoterapeuta y psicoanalista, ubicada en el barrio de Chamberí en Madrid, propongo un trabajo terapéutico adaptado a cada paciente, para acompañarlos en la creación de un espacio de confianza, que favorezca un sentimiento de seguridad en sus relaciones.»